Conny Dax vuelve a sorprendernos con un presonaje increíble: el inventor de la «máquina de follar». Tras mucho dilucidar para inventar la máquina, consigue un artilujio capaz de satisfacer a las mujeres más orgásmicas de forma interminable

Sirius es una misteriosa mujer, descendiente de una dinastía aristocrática que desde la antigüedad ha sido impulsada por un único credo: para buscar y disfrutar el placer físico. En este mundo de la satisfacción sexual llegará una joven virgen fresca. Ella debe ser seducida y entrenó hasta que se convierte en una temible depredadora sexual, listo para tomar su lugar en un ejército de esclavos sexuales.

La película trata sobre un ojete peludo, concretamente el de Lulú. Así de cruda. Refleja la soledad que tiene este orificio, destinado a ser sólo de un sólo sentido por una mujer que desconoce los placeres que le pueden ser proporcionados. Menospreciado por su compañero, el coño, la historia nos muestra la evolución sexual que recibe el susodicho agujero, hasta por fin lograr el objetivo tan ansiado.

Una atractiva detective con mini falda investiga en el centro un turbio asunto de tráfico sexual. Tras la falsa apariencia de un correccional ordinario para jovencitas indisciplinadas, se desarrolla en realidad una trama de prostitución y dinero sucio. Esta actividad secreta se desarrolla directamente allí y es llevada a cabo con suma discreción, tanto por profesores como por falsos guardias que se aprovechan de las jóvenes estudiantes para enriquecerse, programándoles citas con selectos y ricos clientes. Entre Marica (Erika Neri), recién llegada al instituto y Silvia (Jamie Brookes), la detective, nacerá una profunda amistad que se transformará rápidamente en un intenso sentimiento morboso que convertirá a las dos protagonistas en fogosas amantes.